Tube flies Continuación - Capítulo II Por Javier Alurralde
1.- En ocasión de elaborar la nota anterior había mencionado que el nacimiento de estas moscas se encontraba relatado en el libro de Bates que allí he citado, en el que se describen los acontecimientos y los nombres de sus creadores; no obstante, recientemente arribó a mis manos un libro de William F. Blades (Fishing Flies and Fly Tying) publicado en 1951 y reimpreso en 1962, donde éste describe a las tube fly indicando que los indios norteamericanos las usaban desde antaño para pescar bonefish, e incluso indica el proceso de atado utilizando los viejos tanques de birome metálicos forrando su interior con cable plástico para elaborar los cuerpos y así evitar que el filo metálico corte el nylon.
Lamento los comentarios y desvíos pero resultan inevitables, sólo se formulan para que los lectores añadan nuevos puntos de vista y los usen, a la larga seguramente han de encontrar mejores caminos y espero que tengan la generosidad de hacerlo saber.
2.2- La fijación del tubo: Esto, por lo menos en mi caso y en mi inicio estando acostumbrado al agarre de las morsas tradicionales, me sumergió en la perplejidad, no entendía bien porqué ciertos productos que había adquirido no funcionaban todo lo bien que yo pensaba que debían y sólo más tarde comprendí que necesitaban un pequeño proceso deadaptación.
2..2.1. El Clip de la Oficina (Foto 1): Una tarde en que quería atar una tube fly me encontré sin el adaptador y por supuesto no encontraba como iniciar la tarea; en la búsqueda de los materiales que tenía más a mano encontré un grueso clip de oficina y al enderezarlo (como seguramente Uds. notarán en caso de ocurrir al sistema) su superficie quedó plagada de ondulaciones. Bienvenidas ellas, no las quiten. Inserten un extremo del alambre del clip en su morsa de modo tal que quede visible y para ser utilizado como punto de atraque o compresión el segmento ondulado, teniendo presente para ello el largo del tubo que deseen usar (aconsejado para tubos cortos o medios únicamente). Inserten el tubo plástico hasta llegar a las protuberancias y allí comprimiéndolo, háganlo girar gradualmente insertándolo hasta el punto de atraque del alambre con la morsa. Una vez logrado ello Uds. notaran que el tubo plástico se encuentra firme y que su tendencia a girar es mínima, aún con una regular compresión del hilo pues no es fácil que gire sobre sí mismo. Si bien este sistema casero les permite atar la mosca tiene el problema que, en general, el alambre utilizado para la fabricación de los clips es demasiado blando, circunstancia por la cual deberán compensar la tracción que ejercen con el hilo sosteniendo el tubo con la otra mano para no doblar exageradamente el alambre en el proceso de atado.
2.2.2. El Alambre de Acero (Foto 2): Éste también es un sistema práctico y se basa en igual principio que el anterior, pero ahora utilizamos un alambre de acero, como aquellos que utilizan los dentistas, lo más grueso posible, y lo doblamos en una “u” muy cerrada. Notaran que quedan dos extremos del mismo lado y es el inferior aquél que se coloca en la morsa. En el otro extremo que forma una “u” muy cerrada se inserta el tubo, el que se gira y se ejerce presión para ingresarlo. El extremo libre del alambre irá cediendo, pero siempre ejerciendo una presión progresiva quedando en definitiva firme y atrapado el tubo, procediéndose luego a dar inicio al atado.
2.2.3. El shank de un anzuelo: En este caso el procedimiento es ubicar un anzuelo de shank extra largo; con un buen alicate cortamos el arpón y el ojo y le dejamos sólo el gap. Nos quedamos con la parte recta y parte del gap (segmento utilizado para agarrar el instrumento a la morsa tradicional), y sobre el final del shank, donde concluye la parte recta del anzuelo, montamos un cono de hilo de atado en lenta progresión en degrade, menor hacia donde debería estar el ojo del anzuelo que hemos quitado y por donde haremos ingresar el tubo, y mayor hacia el gap. Hecho ello aseguramos la progresión de hilo con un nudo y luego lo aseguramos con una capa de epoxi y dejamos secar. El principio es el mismo que lo anterior, se ingresa el tubo y se lo desliza hacia el gap hasta arribar a la progresión de hilo; allí lo hacemos girar bajo presión hasta que traba firmemente.
2.2.4. Si somos un poco más sofisticados podemos elaborar, tal vez adquirir, una aguja especial que se encuentra formada por dos conos sucesivos, graduales y de diferentes tamaños en la misma pieza o eje, que se conoce con el nombre de European Tube Fly Nedle o también como Falkenberg tapered fly needle, diseñada especialmente para ser utilizada con adaptadores, más no veo ningún obstáculo en fabricarla para ser asegurada directamente en la moras quitándole la indeseable y peligrosa punta que los fabricantes insisten en colocar.
2.2.5. Puede acontecer que el lector quiera utilizar otros medios para asegurar el tubo y tenga habilidades manuales, en tal caso le informo que he visto, pero nunca utilizado, un sistema que consiste en un alambre que hace de eje con un tope firme (una bola de plástico) que se instala en el extremo contrario al que va a quedar fijado en la morsa. Del otro lado existen dos topes móviles, plásticos también, y en el medio un resorte para que haga presión. Se hace compresión y el tubo supuestamente queda firme. En mi opinión le agregaría algún trozo de foam pegados a los topes para evitar que el tubo gire sobre sí mismo.
2.2.6. La industria y el comercio nos han provisto de aparatos especiales o adaptadores que nos permiten utilizar nuestra morsas comunes para atar tube fly (Fotos 3 y 4). Muchas marcas de morsas han desarrollados modelos muy similares, en general con tres medidas de ejes que se fijan al adaptador mediante un sistema simple de tornillos y el adaptador como si fuera un anzuelo a la morsa, siendo lo más conocido, entre otras HMH; Eumer; etc.. Estos sistemas de fijación trabajan por compresión en los extremos y no por expansión interna del tubo como se ha relatado en los casos anteriores, circunstancia por la cual pueden trabajar con todo tipo de tubos, ya se trate de metálicos o plásticos. El problema es que no anclan los tubos metálicos todo lo sólido que se pretende y con presión giran sobre sí mismo. Tal circunstancia obliga a algunos agregados, como por ejemplo colocar vueltas de hilo en el eje para que el tubo pueda fijarse mejor; o poner vueltas de hilo haciendo tope y allí ajustar firmemente el tubo; o colocar gomas y pegarlas en los topes para evitar que el tubo gire; en fin, a gusto del consumidor.
2.2.7. Lo cierto es que ahora hay cabezales donde los tubos se insertan y que funcionan como un mandril de un taladro, no lo he utilizado pero seguramente estos han de funcionar eficientemente, y si bien creo que la mejor solución en casos de tubos metálicos duros es colocarlos directamente en la morsa, cabe recalcar que aquí lo único válido es el gusto del usuario y aquello que le brinde placer en utilizar.
3.- Variaciones sobre el mismo tema: Ya fijada la pieza a utilizar existen innúmeras variaciones que podemos llegar a elaborar, destacando que al utilizar un chasis plástico la tendencia es de alta flotación, que constituye la queja más común del pescador de streamers.
Pero esto puede compensarse muy fácilmente, no sólo fijándole uno o más coneheads como hemos visto en puntos anteriores, sino que ello también se logra simplemente llevando una cajita con bead heads de diferente tamaño; es cosa de pasarlos por el tippet y volver a atar el anzuelo, logrando el peso que nos parece necesario y la profundidad que deseamos.
Pero también podemos lograr otros efectos, podemos atar otro tube fly sin anzuelo por delante aumentando dramáticamente el tamaño de la mosca que estamos utilizando, o fabricarnos unos mini tubes con cabeza muddler que ponemos o quitamos a nuestro paladar convirtiendo así la forma de nuestra mosca, o logrando una mayor flotación o mayores vibraciones (Foto 5); agregar rattlers; e incluso mini tubes con ojos, que ponemos o quitamos según nos parezca; podemos modificar el anzuelo poniendo uno más grande o pesado, o adoptar la tesis contraria, más liviano; etc.
No dejemos de lado la posibilidad de montar alguna mosca seca importante en tubos plásticos, pues justamente esta tendencia a flotar en el caso es benéfica, con el agregado de que podemos hacer una perforación lateral para pasar por allí el tipett y así lograr un perfecto skating de la mosca, una acción muy preciada en ciertas circunstancias.
Como se ve es un nuevo mundo por descubrir aún, donde el pescador transita el río con pocas cajas, en una los anzuelos, en otra las moscas, y de otro lado, las mini tubes con rattle; cabezas muddlers; ojos; bead heads; etc., y va armando el producto que desea utilizar o le parece conveniente, combinando sus variaciones casi al infinito.
Tal vez el juego de estas posibilidad sea una de las partes más interesantes de pescar con mosca y de allí que quise transmitirles y alentarlos a que prueben otro punto de vista.
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